Después de varios días sin escuchar a Paganini, por fín me atreví a comentarlo:
-El violinista ya no ha venido
Un silencio incómodo me hizo dirigir mis pensamientos a otros horizontes; pero la respuesta no se hizo desperar demasiado:
-Lo maté
Silencio incómodo nuevamente...
-Si te interesa saberlo está enterrado debajo del recibidor, ¿por qué crees que la madera del piso estaba húmeda?
-Vaya, no, no me interesaba saberlo, sólo que es extraño caminar por aquí y escuchar el simple murmullo de la gente...ya no hay música
-No me gustan los violinistas